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Historia de los aviones presidenciales de Panamá

A volar Panamá

Aviones presidenciales. Un tema que me encanta honestamente. Esta historia empieza en los años 80, porque antes de esta fecha no hay tanta polémica con este tema que empieza en 1989. A pesar de la invasión a Panamá, al país le sobrevivieron dos Boeing 727, uno que era usado por el presidente Solís Palma y el otro que se encontraba en un hangar en Miami, y por ende fue confiscado por el gobierno de los Estados Unidos durante las sanciones a Panamá.

Al eliminarse la dictadura todo el aparato de transporte aéreo del nuevo gobierno de Guillermo Endara aún no tenía una definición civil. Internamente el presidente Guillermo Endara Galimany se transportaba con los helicópteros Huey heredados de la F.A.P. (Fuerza Aérea Panameña), e internacionalmente elegía usar líneas comerciales.

Endara viajaba en los Bell UH-1H. Helicópteros aún vigentes desde 1955.

Aquel 727 sobrevivió dentro de Panamá y también el Super Puma (helicóptero personal de Noriega), pero fueron vendidos por menos de un millón de dólares. El otro 727 sirvió en Opa-Locka, Miami, desmantelándose en 1998. Hubieron razones para las ventas: una moral, que era construir un gobierno no militar; y la segunda era el no comprar uno nuevo por las deudas que estaba adquiriendo el país en préstamos post-invasión.

El Eurocopter AS332L Super Puma de Noriega.

Pero un país democrático con una buena economía surgiendo tenía sus necesidades y exigía un avión presidencial como requisito, así que hablemos del primer avión que tuvimos. Mientras esto no ocurría Ernesto Pérez Balladares se movía ahora en un helicóptero Sirosky de B/.6 millones

Sirosky Sc-70 (foto fuente)

Así que aquí llegó nuestro primer avión presidencial para los viajes internacionales. El presidente Balladares canjeó una nave del SAN, un CASA CN 235 por un jet Grumman Gulfstream II, valorado en B/. 4.7 millones.


Uno así, el CN por uno asa, el HP-1A tal cual llegó con sólo la bandera.

El cambio de tapicería de todo el interior costó 1 millón, luego la nave se daño manteniéndose en los E.UU. durante dos años en reparación costando B/. 1.7 millones. Y su gasto en combustible por cada 10.000 millas de vuelo era excesivo.

El Gulfstream II con su pintura presidencial en servicio de 1994 a 1999

Este avión luego de reparado fue también usado por la presidenta Mireya Moscoso. Luego la nave fue cambiada  por el presidente Ricardo Martinelli por considerarla antigua y llena de desperfectos en la comunicación, la navegación y en el tren de aterrizaje, ya que su construcción databa de 1970.

Embraer Legacy 600

En su relevo, el gobierno de Martinelli adquirió en 2009 un Embraer Legacy 600 (EMB-135BJ) de fabricación brasileña, con valor de B/.22 millones. Comprado como préstamo al Banco Nacional y luego la deuda saldada por Taiwan en forma de donación. Tal avión tiene la particularidad de poder hacer asistencias de carga y emergencias. Además es usado tanto para asuntos gubernamentales como para asistencia civil, dentro y fuera del país. El mismo estrenó vuelo en asistencia médica y humanitaria para el pueblo de Haití y su última proeza fue traer a dos panameñas desde Cuba por asuntos del coronavirus.


Los costos de mantenimiento de esta nave de 2009 a 2015 fueron de 5 millones bajo contrato con la empresa brasileña. En 2016, en una renovación, el contrato de mantenimiento subió a 7 millones, debido a 3 millones invertidos en actualizaciones técnicas. Pero en 2017 se añadieron 2 millones más en daños que no estaban estipulados en el mantenimiento. Terminado el periodo, actualmente se aprobarán B/.6.4 millones ($6,412,104.00) en otro nuevo contrato de 5 años para su mantenimiento hasta 2025, o sea que en este nuevo periodo el contrato aumentó en  B/.1.4 millones.


En resumen, tenemos el primer y único avión presidencial en regla  y que también se ha dañado por más de un año (si no lo sabían, de 2008 a 2010, unos 8.9 millones más en reparaciones), ha necesitado mejoras en tecnología y una última  actualización con el sistema Primus para las nuevas normas de navegación europea que entraron en vigencia en 2020 (precio del cual aún no se tiene el costo).

Hasta ahora el avión, con una edad de 20 años lleva un desglose en gastos de 42 millones aproximadamente sumando el nuevo contrato y sin incluir las futuras adendas por mantenimiento. O sea que nos ha estado costando 2 millones al año aproximadamente.


¡A volar Panamá!

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