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Sorpresas de los Premios Oscar

Nadie esperaba que ganaran

El premio Oscar es un reconocimiento que se le da a lo mejor del séptimo arte con un show que por lo general da sueño, a menos que inviten a Will Smith.

El día que se reseteó el mundo.

Igual, últimamente es más divertido ver estas premiaciones por pena ajena. Ya sea que el presentador este haciendo el ridículo de su vida (David Letterman) o por el contrario le este disparando con todo a las intocables estrellas de Hollywood (Ricky Gervais en los Globos de Oro).
Sin embargo siempre existe esa ocasión donde los miembros de la Academia, el Destino o Cthulhu deciden escupir en la cara de los críticos y otorgarle el premio al patito feo de la nominación.

Ocasión que un mortal como yo celebra, porque le pone picante al asunto y porque a los críticos les da úlcera.

He aquí un par de esas sorpresitas.

5. Tommy Lee Jones le gana Ralph “Voldermort” Finnes.


¡Shazamm! Era Marzo de 1994, se acercaba la copa del mundo en los Estados Unidos, Nelson Mandela era el primer presidente negro elegido en Sudáfrica y  Tommy Lee Jones se gana el Oscar por la película El Fugitivo. Pero,  se suponía que ese año ganaría sin problemas Ralph Finnes por su papel del madafuka y sádico oficial de las SS alemanas Amon Leopold Goeth en La Lista de Schindler.

Póngamos en una balanza ambos papeles: Finnes en su papel de Goeth mataba judíos desde su balcón para empezar el día tranquilo, maltrataba a cuanta mujer se le pusiera al frente y le metió un balazo en la cabeza a una ingeniera judía por ser ingeniera y saber lo que estaba haciendo. Fue focop durante toda la película y le dio un nivel altísimo.

Mientras tanto, Jones persiguió a Han Solo por dos horas y no le atino un solo balazo.

Aún así Esa noche mágica de 1994 los dioses ocultos del Oscar estaban de buenas o drogados y decidieron premiar a Mr. Lee Jones o Mr. Jones (La gente con dos apellidos me enreda), sobre Ralph Finnes.

El fugitivo fue una de las películas más taquilleras del año, solo superada por Jurassic Park y Mrs. Doubtfire. Y Sam Gerard fue parte importante de esto. Tommy Lee Jones no era necesariamente una estrella taquillera, pero Harrison “Han Indiana Solo Jones” Ford si lo era y la química entre ambos fue muy buena.

Al final Tommy Lee Jones se fue a casa con la Estatuilla, la única que ganó El Fugitivo en comparación a las 7 que obtuvo La Lista de Schindler. Aunque curiosamente ninguna para sus actores, entre los cuales estaba Liam “Te voy a buscar, te voy a encontrar y te voy a matar” Nesson y como ya dijimos…Voldemort.

4. Anthony “El Quickie” Hopkins sorprende a De Niro en tan solo 16 minutos.


Volvemos a Marzo, pero de 1992 para premiar a las películas de 1991. Dinamarca gana la copa de Europa (“¡OH SORPRESA!” Deportiva del año), Hugo Chávez lidera un fallido golpe de Estado en Venezuela y a George Bush le cae mal un sushi y vomita al primer ministro de Japón en una cena…en serio, vale la pena ver esta vaina. (Véase AQUÍ).

Y en lo que nos compete el día de hoy, los Oscares se salieron con otra sorpresita y esta vez muy agradable. Anthony Hopkins gana el premio a Mejor Actor por El Silencio de los Inocentes. A primera vista esto no parece una sorpresa. Después de todo es Hannibal “frikin” Lecter, el villano número 1 de todos los tiempos según El Instituto Americano de Cine (AFI). El tipo aterra y se pasa de freak en una película que ya de por sí era un freakshow. Intenten ver esta película y luego ver Monk, yo lo intenté y no fue bonito.

Pero, Mr. Hopkins no era el favorito para ganar. El favorito esta noche era Robert “yu tokin tu mi” De Niro por Cape Fear. Un papel igual de aterrador. Un tipo que violó a una menor de edad, lo metieron preso, se educó, se auto liberó y luego salió a hacer lo que cualquier persona normal haría… matar al abogado que no lo defendió bien. ¿Por qué? Porque sí, y al que no le gusta que se lo diga de frente.

¿Pero por qué se pensaba que ganaría De Niro y no Hopkins? Fácil, Hopkins estuvo 16 minutos en pantalla.

Cabe Destacar que  De Niro  pagó un pichal de dinero (pichal = 20,000 dólares) a un dentista para que le hiciera ver los dientes desgastados. Luego le pagó otro montón para volver a dejárselos bien. Adquirió un acento montañés impresionante luego de mucho estudio y se tatuó con tinta vegetal, cual cuaderno de dibujos.

Pero al final, Hopkins se llevó la estatuilla y aún hoy tiene el récord como el papel ganador del Oscar a Mejor Actor con menor duración en pantalla.

3. Marisa «Tía Mei» Tomei le gana a todas y nos gana a todos.


Ahora vamos al 93, el año de la desgracia. Mis Buffalo Bills perdieron por tercer año consecutivo el Super Bowl y por 52 a 17 ¡MALDITA SEA! No es necesariamente uno de esos años que me guste recordar así que voy al grano. Marisa Tomei ganó y la gente se preguntó “¿Jaye Davidson es Hombre?” (Ver The Crying Game)

Jaye Davidson era la estrella de la ceremonia. The Crying Game había sorprendido a todos con uno de los finales más impresionantes de la historia del cine. The Panama Deception se alzó con el premio al Mejor Documental, Los viejitos de Unforgiven debían llevarse todos los premios y Judy Davis – o cualquier otra de las nominadas a mejor actriz de reparto – debía ganar. Perdón, cualquiera menos Marisa Tomei. Ella estaba en My Cousin Vinny. Película para pasar el rato y  hacernos felices a nosotros los fans de Karate Kid y Joe Pesci haciendo el papel de Joe Pesci y diciéndole a un jurado acusador “Todo lo que este tipo dijo es bullshit…gracias”.

En fin, la mesa estaba servida y la premiación debía pasar sin sobresalto. Así que un par de quijadas se fueron al piso y a más de uno se le salió un peo cuando Jack Palance dijo el nombre de Marisa Tomei como la ganadora a mejor actriz de reparto.

¿Y a quién le ganó? ¿A Judy Meana? Claro que no. Las otras nominadas eran: Miranda Richardson por Damage, Vanessa Redgrave por Howards End, Joan Plowright por Enchanted April y la favorita Judy Davis por Husbands and Wives. Esto no estaba en las apuestas de nadie. Los expertos de nuevo tuvieron que tragarse sus predicciones e ir a sentarse junto a Nostradamus (que hace rato no pega una).

Marisa ganó, pero tuvo que vivir durante mucho tiempo en Hollywood con su victoria siendo catalogada como un “error” de la academia. A lo que nuestra niña respondió con dos nominaciones más en años posteriores, una de ellas por In the Bedroom en 2001 y la otra por The Wrestler en 2008. (Suck It HOLLYWOOD)

En su favor, el papel de Marisa en My Cousin Vinny fue magnífico. Se requiere de mucho, pero mucho talento para aparentar estar enamorada de Joe Pesci.

2. Roberto Benigni quiere con todo Hollywood y contigo y conmigo y con el que sea, menos con Edward Norton.


La máquina del tiempo nos lleva ahora a 1999. El año del Y2K (bullshit), los conteos de lo mejor del siglo (porque parecía que se acababa el mundo o algo así) y el glorioso debut de Bob Esponja.
En este año los Oscares Hicieron de las suyas. Se despedían del Dorothy Chandler Pavilon de una vez por todas, nominaron a dos actrices por el mismo papel en diferentes películas (Judi Dench y Cate Blanchett en el papel de la Reina Elizabeth I, en Shakespeare in Love y Elizabeth respectivamente) y finalmente le sacaron el dedo del medio tanto a Saving Private Ryan como a Jim Carrey (en la primera de 2 veces que le hicieron la seña mundial de ¡SIENTATE AQUí ACE VENTURA!)

Foto enviada por la academia a Jim Carrey

Saving Private Ryan perdió con Shakespeare in Love, ¿Como sucedió esto? Nadie sabe realmente. A Jim Carrey ni si quiera lo nominaron por The Truman Show ¿por qué? Porque la academia dice que ¡FUCK YOU! Por eso, no hay otra explicación. Pero el shock de la noche y el momento que le dio sentido y en serio a esta aburrida premiación fue Roberto Benigni ganando el Oscar por Mejor Actor en la película La Vita è Bella.

¿Y a quién le ganó? A Tom Hanks en Saving Private Ryan, Edward Norton en American History X, Nick Nolte en Affliction y a Gandalf en Gods and Monsters. Teniendo como favorito a Edwar Norton.
Nadie lo esperaba, ni el mismo Roberto. Lo que si nos regaló Roberto fue uno de los mejores discursos en la historia del Oscar. El Señor Benigni le quería hacer el amor a todo el mundo. Afortunadamente no era la antigua Roma, Roberto Benigni no es Calígula y fornicar en público es ilegal.

La Vita è Bella es una película extraordinaria. Muy bonita, cómica y triste a la vez, con uno de las bandas sonoras más lindas de los últimos 20 años. Todos sabían que ganaría mejor película extranjera, menos Sofia Loren y Roberto Benigni que de nuevo hizo show. Aun teniendo a Estación Central de Brasil como competencia.

Lo que nadie – ni Sandokan – se esperaba era que ganara el premio a mejor actor.
Sin embargo los expertos, y en esta ocasión todo el mundo se equivocó. Ganó el patito feo, Roberto Benigni. Lo cual fue maravilloso, porque nos regaló dos de los momentos más espectaculares en la historia de esta ceremonia.

 

1. Juliette Binoche le gana a Lauren “1000 años de espera y contando” Bacall.


Y llegamos a 1997. Año en el que El Reino Unido le devuelve Hong Kong a China (se aburrió), Bill Clinton prohíbe el patrocino federal para los estudios de clonación humana ( The Island) y Roberto Carlos hace “el gol imposible”. Los oscares no queriéndose quedar atrás, también metieron sus goles imposibles.

Primero este fue “El año de las independientes” con Fargo a la cabeza. Una historia basada en hechos reales que nunca fueron reales ¡VIVAN LOS HERMANOS COEN! Luego tenemos el primer golpe al hígado de Hollywood de la noche. Cuba Gooding Jr. Le ganó a James Woods el Oscar ¡BOOMMM! Como les quedó el ojo.

No contento con esto, Cuba nos regaló un show digno de los carnavales. Luego Celine Dion canta su canción y la de Nathalie Cole. Nathalie se enfermó y Celine no niega fuego, así que dijo ¡Cuerooo! Y cantó “Because You Loved Me” de la película Up Close and personal, y “I Finally Found Someone” de El Espejo Tiene Dos Caras. Primera vez que la misma persona canta dos canciones en la ceremonia.

De por sí ya estos iban por buen camino con su par de sorpresitas divertidas. Pero, luego vino el desastre. Una sorpresa que no solo nadie se esperaba, sino que nadie quería que sucediera. Los enfermos miembros de la Academia dijeron ¡FUCK IT! y se limpiaron la entrepierna con la carrera y el legado en Hollywood de Lauren Bacall.

Qué hijos de puta

Esa noche, todo estaba listo para celebrar la carrera de una de las actrices más importantes del celuloide. Número 20 entre las más grandes estrellas femeninas de todos los tiempos, pero sin un Oscar en su curriculum, cosa que Hollywood podía solucionar ese año por su magnífico papel de madre picante, metiche y roba show en “El amor tiene dos caras”. Nadie podía decir que los votantes estaban locos, al contrario, esto era algo que tenía que pasar.

Pero no pasó, y ganó Juliette Binoche por The English Patient. La reacción del hijo de Lauren lo dice todo, y la misma Juliette al subir dijo que esperaba que Lauren lo ganaba. Era lo menos que podía hacer, acto muy noble por parte de la francesa…ah, y el Oscar lo presentó Kevin Spacey. Y sí…ya era creepy y cringy en ese entonces.

El Paciente Inglés se llevó a casa 9 de los 12 premios incluyendo mejor película. Y todos los que formaron parte de la producción se fueron felices. Bueno casi todos. Ralph Finnes otra vez estaba nominado y otra vez perdió. Luego perdió también la nariz y después perdió de nuevo con Harry Potter.

Me voy por ahí. Y voy a ver Harry Potter.

¡EXPELIARMUS!

¿Qué te parece?